martes, 19 de febrero de 2019

Fármacos genéricos, depresión y otras cosas del montón

Seguramente usted ha escuchado en alguna ocasión eso de: "pues a mi este genérico no me sienta tan bien", y si bien es cierto que en algunos casos puede existir un componente psicológico tras esa afirmación, en otros sí que es cierto que el fármaco en cuestión es una basura de todo menos equivalente a aquél que se toma como referencia. ¡¡Ojo!! hay muchos genéricos que son estupendos y realmente eficaces.

Y es que en función del tipo de fármaco, la forma en que se presenta y el margen del +- 20% de biodisponibilidad que se les otorga podemos encontrarnos varios problemas, vamos a estudiarlos por separado:

- El +- 20% de margen de biodisponibilidad, ¿qué quiere decir esto?, pues para responder vamos a ir a la web de la OCU, que se supone vela por el bienestar de los consumidores (fuente):


Y ahora vamos con la definición de biodisponibilidad: 

La biodisponibilidad se define como: la fracción (porcentaje) de una dosis administrada de fármaco inalterado que llega al flujo sanguíneo (circulación sistémica).
Cuando se usa un fármaco siempre se desea que la sustancia activa (también denominada “principio activo” (PA)) de este pueda penetrar en el organismo. Sin embargo, para que tenga un efecto terapéutico, no basta con que la sustancia activa penetre en el organismo. La sustancia activa necesita estar disponible en la dosis correcta en el lugar específico del organismo en el que debe actuar. Ese lugar específico se denomina “lugar de acción”. Además, la sustancia activa necesita alcanzar el lugar de acción en un periodo de tiempo determinado, y estar disponible allí durante un periodo de tiempo determinado.
Recopilando: el fármaco genérico tiene la misma cantidad de principio activo, pero la ley permite que pueda llegarte a la sangre hasta un 20% menos de la dosis pautada por tu médico/a, con lo cual ¿de qué nos vale que el genérico tenga la misma cantidad de principio activo si vamos a aprovechar una dosis un 20% inferior?, ¿cómo se puede tener la cara dura de decir que tiene el mismo efecto una dosis completa que otra en la que recibes el 80% de lo que necesitas?
Pero no se vayan todavía que la cosa no acaba aquí; imagínese que es usted médico/a, y está tratando de averiguar qué dosis es la óptima para tratar la dolencia de un paciente, ¿cómo lo haría si cada vez que su paciente acude a la farmacia le suministran un fármaco genérico de un laboratorio distinto (y por tanto con un margen de biodisponibilidad diferente)?
Finalmente vamos a reflexionar sobre las consecuencias; ¿es importante ese 20%?, pues depende, si es en paracetamol de 1g o en ibuprofeno no es demasiado importante, pero en antidepresivos, antiepilépticos, fármacos cardiovasculares o los destinados a corregir problemas metabólicos (por poner algunos ejemplos), una dosis con una efectividad un 20% inferior es un auténtico disparate.
No quisiera dar por concluida esta parte de la entrada sin insistir en que hay genéricos extraordinarios, otros, que normalmente se compran a laboratorios de fuera de la UE y aquí los reenvasamos, suelen tener una calidad más que cuestionable (por no decir fraudulenta), no es el estilo de este blog dar nombres concretos de empresas que hacen las cosas mal, así que de ninguna manera pienso poner como ejemplo a:


Y menos aún basándome sólo en :

- Que haya sido multada con 500 millones de dólares por violar la ley de seguridad de los medicamentos, incluyendo entre otros su gabapentina (fármaco para la epilepsia) en el que aparecieron "impurezas desconocidas" y antibióticos, teniendo que retirar del mercado 73 millones de pastillas.

- Que retirase "voluntariamente" ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) TODOS sus antirretrovirales por problemas de bioequivalencia, el entrecomillado de voluntariamente nace de que casualmente ese mismo año la OMS ya le había retirado 3 antirretrovirales.



No, para nuestra clase política todo ello no es motivo suficiente para mandar a tomar viento a Laboratorios Ranbaxy SL, ni para exigir que los genéricos tengan un margen de biodisponibilidad mucho más restrictivo que el actual 20%, es más, como han metido a todos los genéricos en el mismo saco, la fraudulenta Ranbaxy está englobada en el grupo de los "pobres laboratorios farmacéuticos que fabrican genéricos". 


Pasemos a otro aspecto de los fármacos que suele pasar inadvertido, pero no es nada trivial: la presentación:

Para ello, que mejor que acudir nuevamente a un ejemplo: la ansiedad, ¿ha sufrido usted algún ataque de ansiedad?, si no es así deje que le indique algunos de los síntomas que se perciben cuando se sufre uno de estos ataques:

- Palpitaciones
- Sensación de asfixia
- Opresión en el pecho
- Mareo
- Náuseas
- Temblores
- Sudoración

Si nunca lo ha padecido, por favor intente hacer un ejercicio de imaginación y piense por un instante que siente todos esos síntomas a la vez. Hay una buena noticia, existe un fármaco que se pone debajo de la lengua y casi como por arte de magia, en cuestión de minutos hace que todos los síntomas desaparezcan.

La pauta que suele dar el médico es: tómese la dosis más baja posible, es decir, 0,5mg, y espere unos minutos, si no es suficiente tome otros 0,5, y así hasta que se encuentre bien. En este ejemplo tratamos con un comprimido que en total contiene 2mg, es decir, hay que dividirlo en 4 partes iguales, para que cada una de ellas sea de 0,5mg

Aún suponiendo que la biodisponibilidad sea exactamente la misma que la del fármaco de referencia, nos encontramos con que el genérico presenta este aspecto: 


En principio todo bien ¿no?, viene con sus marcas para indicar dónde hay que cortar, pero si nos vamos a su perfil y parte trasera.....


Las marcas son un mero dibujo, sin apenas profundidad, inexistentes en la parte inferior y que por lo tanto no facilitan absolutamente nada cortar el comprimido, ¿Se imagina usted a una persona en plena crisis de ansiedad, cuchillo en mano intentando cortar esa pastilla en 4 partes iguales?.

Por contra tenemos el fármaco de referencia, también de 2mg, presenta este aspecto



En forma de tableta, bien marcadas por ambas caras en trozos de 0,5mg, ni tan siquiera hace falta un cuchillo para fragmentarlas, basta con introducir las paletas en las ranuras; rápido, fácil, cómodo, no importa que tengas temblores, e incluso crucial si la ansiedad nos pilla conduciendo, y por qué no decirlo: mucho más discreto.

Conclusión: ¿Genéricos? ¡Sí!, pero sólo si son de calidad.

Junto con el tema de los fármacos, vamos a tratar de explicar qué es una depresión, los conceptos erróneos más comunes y las sugerencias o ideas que frecuentemente se ofrecen a personas inmersas en una depresión con la intención de ayudar, pero lejos de ello lo que consiguen es empeorar la situación. En este caso vamos  a mezclar la teoría con la experiencia de quien suscribe estas líneas, sí, yo también padezco depresión (afortunadamente ya en fase de remisión).
Habría que empezar indicando que aunque comúnmente cuando alguien está triste o decaído dice "estoy depre", la depresión no tiene nada que ver con estar triste, la tristeza ante un hecho concreto o una situación determinada es algo totalmente normal, vamos a ver los síntomas que padece una persona deprimida:
- Anhedonia: incapacidad para sentir placer, con nada, aún cuando a una persona deprimida le tocase la lotería sería incapaz de sentir ningún tipo de alegría, e incluso actividades más cotidianas que antes resultaban placenteras dejan de serlo (relaciones sexuales, deportes, quedar con amigos/as, viajar...)
- Despertar precoz: la estructura del sueño se pierde, se duerme bien las primeras horas pero de madrugada despiertas y resulta imposible volver a dormir. De hecho por mucho que duermas jamás te despiertas con la sensación de haber descansado.
- Bradipsiquia: enorme dificultad para concentrarse o recordar, comparable a un cuadro de demencia senil.
- Ansiedad
- Sentimientos de culpa exagerados.
- Golpes de llanto: que pillan por sorpresa a la propia persona deprimida, imposibles de controlar o preveer.
- Ausencia de apetito.
- Dolor de cabeza, molestias de estómago, calambres.
- Lentitud de movimientos, gesticulación escasa (o prácticamente nula).
- Falta de energía todo el día.
- Sensación de vacío.
- Como consecuencia de todo lo anterior: ideas de suicidio, generalmente no porque la persona deprimida realmente quiera morir, lo que quiere es dejar de sufrir y no ve otra salida que poner fin a su vida.
Y todo esto ¿a qué se debe?
Existen varias causas posibles, puede que alguna situación actúe como disparador inicial o no, en cualquier caso suele deberse  a niveles bajos de neurotransmisores (dopamina, serotonina y noradrenalina), es decir, el problema reside en las conexiones entre las neuronas, por tanto es absolutamente ajeno a la voluntad del individuo. 
Así pues dejemos de decir cosas como:
- Tienes que poner de tu parte: si quien la padece pudiese poner de su parte no tendría depresión, ciertamente hay que acudir a un psiquiatra y seguir el tratamiento y las pautas que te indique, pero poco más.
- Deberías salir más, buscar una actividad de ocio... nuevamente, la incapacidad para sentir placer hace que salir o practicar alguna actividad que se supone es de ocio no sólo no ayude, sino que aumente la frustración y la sensación de  culpa.
- Eres un/a privilegiado/a, no entiendo como estás deprimido/a: la persona deprimida es plenamente consciente de que sus sentimientos no son normales, tampoco los entiende,  y lo que es más, se siente culpable por tenerlos, así que no es buena idea hacerle sentir más culpable aún.
- Tienes que tomar las riendas de tu vida; levántate todos los días temprano, ve a hacer ejercicio, intenta disfrutar de tu trabajo, mira cuántas cosas bonitas tiene la vida, piensa en positivo: una vez más, la capacidad para sentir placer te impide ver nada bonito en ninguna parte, no tienes el control sobre el sueño, ni energía para hacer deporte. Nuevamente te sientes culpable por no poder disfrutar de las cosas que se supone te deberían resultar placenteras.
Y todo esto sólo es el primer capítulo de la depresión, luego vienen los fármacos que aunque llegan a ser eficaces de una forma espectacular, y te permiten volver a hacer una vida "normal" mucho antes de lo que podrías haber imaginado, no están exentos de efectos secundarios (sobretodo las primeras semanas de tratamiento, luego se van atenuando hasta incluso llegar a desaparecer): mareos, sensación de estar ebrio, vértigo, dificultad para vocalizar...
Permítame, estimado/a lector/a, que finalice esta entrada con un vídeo, que sirve como llamada de atención al exceso de pensamiento "mágico" con el que nos vienen bombardeo desde hace bastante tiempo: