sábado, 24 de enero de 2015

Coenzima Q10: Alma máter de multitud de farmamierdas

Existen multitud de farmamierdas (productos de venta en farmacias con escaso o nulo rigor científico), que promulgan las bondades de la coenzima Q10, pero ¿qué es la coenzima Q10?, ¿qué propiedades tiene realmente?.



En líneas generales, podríamos decir que la coenzima Q10 es una sustancia similar a las vitaminas, el cuerpo humano la sintetiza por si solo, y su función principal está relacionada con la obtención de energía a nivel celular. Si bien es cierto que la Q10 también presenta cierta actividad antioxidante, y se puede absorber en cantidades muy pequeñas de algunos alimentos, no hay que perder de vista el hecho de que estamos ante una molécula que ya fabricamos por nuestra cuenta.

Pese a todo, en internet no faltan portales que promulgan los supuestos beneficios de ingerir suplementos alimenticios ricos en Q10, (y de paso intentan sacar una buena tajada), a modo de ejemplo:

En "Leaderfarma"


Nos la venden como beneficiosa para la salud del corazón y el sistema cardiovascular, por el "módico" precio de 57,95€.

El portal Biovea.net por su parte nos ofrece:



Encontramos afirmaciones realmente curiosas: "Hasta 300% más eficaz"... bien, pero ¿más eficaz que qué?, ¿cómo "caza" los radicales libres?, ¿qué relevancia tiene que sea 100% natural?. 

El desmesurado precio de estos y otros productos etiquetados como Q10 hace necesaria una visita a la web de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), según su dictamen:
  • Sobre los efectos relativos al mantenimiento de la presión arterial normal y mantenimiento y promoción de la salud del corazón: No se ha establecido una relación causa-efecto.
  • Sobre las propiedades antioxidantes: No se ha establecido una relación causa-efecto.
  • Sobre los efectos energizantes y la energía muscular: No se ha establecido una relación causa-efecto.
  • Sobre la capacidad para mantener los niveles de colesterol: No se ha establecido una relación causa-efecto.
  • Sobre la protección del sistema neurológico: No se ha establecido una relación causa-efecto.
¿Creen ustedes que esto frena a los charlatanes?, ¡pues claro que no!. No faltan páginas web como Enbuenasmanos.com en las que charlatanes varios atribuyen a la mencionada coenzima las propiedades ya descartadas por la EFSA.

Para lo que sí que es útil la coenzima Q10 es como indicador de la calidad de una web o tienda online: si promulga beneficios que la EFSA descarta, salga rápidamente del portal!!.

4 comentarios:

  1. Es una auténtica lástima que se pierda tiempo y esfuerzos en crear canales de información que no informan. En esta ocasión ese es el destino de este blog.
    Ante todo recordarle al autor de este artículo que las conclusiones de EFSA se lanzan por primera vez en el año 2006, siendo su última revisión en el 2010, lo que significa que desde entonces ha llovido mucho, y que esas conclusiones no contaban con los resultados que recientemente han lanzado estudios tan importantes como Q-Symbio, Le recomiendo su lectura.
    Si revisamos los mecanismos de funcionamiento de la Q10 observaremos que ésta se encuentra en las mitocondrias participando junto a otras enzimas en el transporte de electrones y protones para fabricar ATP (adenosin trifosfato), que es la energía que utiliza la célula para llevar a cabo múltiples reacciones químicas. Por ello, no sorprende la relación de la coenzima Q10 con el corazón, pues precisamente es el órgano que más cantidad de Q10 tiene (y por algo será). Justamente el Dr. Fred L. Crane aisló en el 1957 por primera vez la Q10 en las mitocondrias del tejido cardíaco de vaca, y su primera utilización en medicina fue para tratar una enfermedad humana, para tratar un fallo cardíaco.
    Pero lo que nadie puede poner en duda es su acción antioxidante, gracias a su estructura de quinona y su capacidad por estar continuamente en un ciclo de oxidación-reducción, lo cual ha quedado demostrado por numerosos estudios científicos.
    Volviendo a las enfermedades cardiovasculares, recordarle que está más que documentado el efecto nocivo de los radicales libres en la peroxidación lipídica y el inicio y progresión de la aterosclerosis, y que la suplementación con Q10 reduce el estrés oxidativo en pacientes con enfermedades de las arterias coronarias. No es poca la evidencia científica de cómo disminuyen los niveles de Q10 sanguíneos con los tratamientos en base a estatinas, que los pacientes tratados con estatinas tienen síntomas musculares, tales como mialgias, debilidad muscular o calambres, y como puede revertir la Q10 esta sintomatología.
    Pero además hay gran cantidad de estudios publicados, incluso revisiones y meta-análisis sobre la disfunción endotelial en la hipertensión arterial y la coenzima Q10, sobre la mejoría en las cifras de tensión arterial en pacientes hipertensos que reciben un suplemento de Q10, e incluso también con la insuficiencia cardiaca congestiva y la mejora de la calidad de vida de estos pacientes al recibir un suplemento diario de Q10, hasta tal punto que se utiliza la Q10 para prevenir la mortalidad por daño cardiovascular. Tanto es así que en Italia, desde el año 1984, y en Japón, desde el 1974, la Q10 está registrada como medicamento.
    En referencia a los efectos secundarios, también hay que señalar que los estudios realizados con Q10 han puesto de manifiesto que todos los efectos secundarios observados son debidos a tomas de grandes cantidades de Q10 (algo totalmente alejado de las presentaciones comerciales) y relacionado con el excipiente, ya que son los mismos que aparecen en el grupo placebo, la Q10 (producida por fermentación como lo hace Kaneka el principal distribuidor mundial de Q10) es exactamente igual a la que fabricamos en nuestro cuerpo. Las dosis recomendadas son seguras y bien toleradas.
    Lo que parece evidente es que la coenzima Q10 debe estar muy bien formulada para poderse absorber y aprovechar, de ahí que la calidad del suplemento sea un requisito indispensable para su efectividad.
    Sólo hay que revisar la literatura publicada en estos últimos cuatro años para ver las nuevas evidencias que han aparecido en este terreno.
    Hay que documentarse antes de opinar y una última sugerencia, pruebe la CoQ10 y juzgue por si mismo pasado un tiempo.

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  2. Esta entrada no trata sobre si la Q10 es útil o no para el cuerpo humano, sino si es útil aportarla de forma exógena. Es una lastima que dedique tanto tiempo a comentar algo que no tiene que ver con la entrada en que lo inserta. Por cierto, curiosamente la mayor parte de fechas que usted indica son muy anteriores a 2010. Por si fuera poco, que en tal o cual país se considere un medicamento es irrelevante.

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  3. En referencia a lo que se cuestiona su articulo, sobre si es necesaria la suplementación de CoQ10 le remito a los dos estudios publicados recientemente de los que no hace mención su artículo: Uno de ellos es el Q-Symbio, un estudio aleatorizado, doble ciego y multicéntrico en 420 pacientes, realizado por cardiólogos y publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology. Los investigadores concluyen que a largo plazo el tratamiento adyuvante con CoQ10 en los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica es seguro, mejora los síntomas y reduce los eventos cardiovasculares adversos. Pero lo que más sorprende de los resultados es la reducción de la mortalidad del 43% en este grupo. Asimismo se redujeron los efectos secundarios de los tratamientos de los pacientes que suplementaron la medicación habitual con CoQ10 y el nº de hospitalizaciones en comparación con el placebo, datos importantes a tener en cuenta. El otro estudio, publicado en el International Journal of Cardiology en 448 ancianos también refiere una reducción significativa de la mortalidad cardiovascular después de la suplementación de selenio y la coenzima Q10 combinada. Creo que estos datos son suficientemente significativos como para tenerlos en cuenta a la hora de valorar la eficacia de la coenzima Q10 en la prevención cardiovascular y en otras indicaciones con científicamente demostradas. En cuanto a la dosis recomendada, en la mayoría de indicaciones es de 100 mg/d, por lo que dosis inferiores como las que ofrecen muchos productos serian ineficaces y engañosas para el consumidor que escoja producto por precio o por presencia de substancia. Coincido con usted en la gran variedad de productos sin garantías de seguridad ni de eficacia que nos ofrece el mercado, la falta de información fidedigna, la escasa formación de muchos profesionales de diversos ámbitos que recetan suplementos nutricionales y el fácil acceso a ellos. Como médico nutricionista, a la hora de prescribir, sea medicamento o suplemento nutricional, siempre me baso en criterios de eficacia y seguridad. Los estudios mencionados han sido realizados con el Q10 de los laboratorios Pharmanord que cumple con estos criterios. Mi aportación es que debería haber más conocimiento sobre los productos catalogados como suplementos nutricionales, y evitar tanto el consumo deliberado como la prescripción deliberada por personas no profesionales de la salud.

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    1. A usted le puede parecer una evidencia sólida, a la máxima autoridad europea no. Existen muchas razones para no tirar las campanas al vuelo cuando un estuido (o dos) apuntan a un resultado positivo (por ejemplo que un centenar de ellos apunten a un resultado negativo), o que la neturalidad de la entiedad que realiza el estudio presente severas dudas (Pharma Nord hasta hace concursos de lotes de Q10, "curiosamente" a su producto le añade vitamina C enlace: http://www.pharmanord.es/q10-competition).
      Usted como médico nutricionista debería practicar medicina basada en la evidencia científica, y no en la creencia personal en tal o cual estudio. Si pese a ello decide recomendar a alguien que tome este tipo de suplementos, tenga la decencia de comuncárselo a sus pacientes; indíqueles que se lo recomienda en base a sus creencias personales y que el dictamen de la autoridad europea de seguridad alimentaria es contrario a ellas, y que decidan sus pacientes si les apetece gastar su dinero en comprarlo o no. Puede que para usted el hecho de que un producto sea seguro le parece motivo suficiente para prescribirlo, pero a muchas personas no les sobra el dinero y no les vale sólo que sea seguro, sino que también quieren que sea eficaz.

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