jueves, 12 de diciembre de 2013

La homeopatía cuesta vidas

En este blog hemos dedicado varias entradas a la homeopatía, en las entradas sobre el  y Pollens 30CH comprobamos que estos productos carecen de principios activos y contienen exclusivamente azúcar. También hicimos una entrada especial a los laboratorios Boiron y comprobamos que su negocio resulta extremadamente lucrativo. 

Llegados a este punto puede haber quien piense: "bueno, no es tan grave, si sus productos no contienen nada tampoco suponen un peligro para la salud".

Lo cierto es que mientras no se abandone el tratamiento médico, el perjuicio que causa la homeopatía a quienes la consumen es estrictamente económico, no obstante, muchas personas deciden abandonar los tratamientos médicos prescritos por estar llenos de esos "peligrosísimos compuestos químicos", para entregarse por completo a la mal llamada "medicina alternativa". La combinación de esta fobia a "lo químico" y la predisposición a creer a ciegas en todo lo que lleve la etiqueta de "alternativo" o "natural" le cuesta la vida a centenares de miles de personas.

En esta entrada vamos a exponer tres casos relacionados con la homeopatía:


Isabella Denley - 13 meses



Isabella sufría epilepsia, el neurólogo que la atendíó le prescribió medicamentos anticonvulsivos, este tratamiento causaba a Isabella hiperactividad y falta de sueño como efectos secundarios. Según sus progenitores el tratamiento era "demasiado tóxico" y se lanzaron a buscar otras alternativas más "naturales" y menos "agresivas".

Los "expertos alternativos" que consultaron fueron: expertos en el tratamiento con flores de Bach, un iridiólogo (que les dijo que Isabella estaba sana) dos osteópatas, un psíquico (que atribuyó los ataques de Isabella a que estaba "reviviendo un trauma sufrido en una vida anterior"), un experto en Quinesiología Aplicada, y homeópatas.

Como resultado Isabella tenía que ser ingresada frecuentemente en el hospital por episodios de severas convulsiones. Finalmente el 19 de octubre de 2003 Isabella falleció en su casa tras sufrir un fuerte ataque epiléptico. Los análisis forenses demostraron que en su cuerpo no había ni rastro de los medicamentos que se suponía debería estar tomando, sus padres reconocieron que estaba siendo tratada exclusivamente con preparados homeopáticos. (enlace, otro enlace)


Sylvie Cousseau - 41 años


Sylvie se infectó con VIH, pero lejos de ponerse en tratamiento decidió negar la enfermedad, decidió añadir su caso a una lista de testimonios de personas que dicen haber resultado infectadas por el VIH en el pasado, pero estar libre del virus en la actualidad (y por supuesto de los "nocivos medicamentos químicos") gracias al uso y combinación de todo tipo de terapias alternativas, entre ellas la homeopatía.

En la actualidad las personas que contribuyeron a la mencionada lista de testimonios se encuentran fallecidas, Sylvie murió en 2001 a los 41 años de edad. (enlace, otro enlace, otro enlace más)


Russel Jenkins - 52 años


Russel era diabético, se consideraba a si mismo un terapeuta de la sanación, dirigía desde su casa el centro "Quiet Mind". En diciembre de 2006 se lesionó un pie accidentalmente, producíendose una úlcera de 2 centímetros de largo, Russel se negó a acudir a un servicio médico porque "su ser interior" le dijo que no lo hiciese.

En abril de 2007, Russel decidió pedir consejo a la homeópata Susan Finn, esta "experta" le sugirió tratar la lesión con miel de abeja, dos días después sus dedos estaba negros, finalmente el día 17 de ese mismo mes Russel Jenkins falleció a causa de una septicemia.

Esta muerte se podría haber evitado con un simple tratamiento antibiótico, es más, si dos horas antes de morir se hubiese decidido a acudir a un hospital todavía habría tenido un 30% de probabilidades de sobrevivir. (enlace, otro enlace)





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